Incluso en obras de pequeñas dimensiones la estructura de madera resulta idónea, en este caso una piscina cubierta en El Pardo, con una cubierta ligera con panel sandwich, que incorpora el aislamiento, acabado al interior en tablero de virutas (tablero OSB) barnizado en transparente y al exterior cerrado con una chapa prelacada.
Todo ello en una estructura de vigas de madera laminada de conífera, picea abies. Se logra una gran ligereza que permite minimizar los apoyos y abrir un gran ventanal al terreno exterior.
Además de la facilidad y limpieza de montaje, y la ligereza, es de sobra conocida la idoneidad de la estructura y acabados de madera en ambientes agresivos, como lo son los que provocan los vapores del cloro, corrosivo tanto para el acero como el hormigón.